1850 fue una época de escasez, no existía el consumismo ni todo el ajetreo y ritmo de vida alterado que vivimos hoy en día. La simplicidad predominaba en la sociedad. Pero no por ello era una sociedad menos exigente con el trabajo bien hecho, al contrario. La esencia de la simplicidad se basaba en hacer pocas cosas, pero bien hechas: El arte de cosechar el grano, la meticulosidad de la artesanía, la delicadeza en la ganadería. Es cierto que el abanico de productos y mercados era mucho más escaso que el actual, pero se denotaba un amor y un cuidado especial en su confección.
María fue una mujer nacida en Riudellots, una pequeña localidad del Gironés. Concretamente en una granja humilde donde cada madrugada el alba formaba un mar amarillo debido a la plantación de girasoles que yacía a lo largo de las hectáreas del campo ante su masía.
Años después, sus descendientes denominaron a esta obra Sunflower. En honor a todos esas mañanas donde el resplandor amarillo iluminaba el rostro ensimismado de María, con intención de encontrar el perfeccionamiento de la crianza. Y a la vez, a todo ese amor involucrado que se materializaba en cada bocado de carne Sunflower.
¿Por qué sunflower tiene un mejor equilibrio en los ácidos grasos?
Por una mejora en el equilibrio de su alimentación
El cambio introducido en la alimentación de los animales ha mejorado la calidad resultante del producto.
Los controles analíticos demuestran el aumento de ácido Omega 3, y por tanto la mejora en el equilibrio de la proporción Omega 6:Omega 3, aportando una mejora en su valor nutricional.